Arquitectura religiosa

Iglesia Parroquial de San Juan Bautista

La planta del templo es de cruz latina, con tres naves y cúpula sobre el crucero. Destacan la portada con profusión escultórica sobre piedra, y la torre-campanario, de gran esbeltez. Todo ello responde al barroco levantino propio de esta zona.

En 1734 comenzaron las obras para la construcción de la iglesia, que se llevó a cabo con las limosnas y trabajo voluntario de la población y con el secuestro de la mitad de la primicia pagadera al Comendador de la Orden de San Juan de la Encomienda de Castellote.

El templo ha sufrido dos importantes destrucciones. Entre finales de 1839 y principios de 1840, el general Baldomero Espartero, lo utilizó como Almacén de Efectos para la guerra en el Maestrazgo. Fue saqueado por las tropas y se quemaron la sillería del coro y algún retablo. Posteriormente, recién comenzada la Guerra Civil, la iglesia fue prácticamente destruida. El aspecto actual responde, interiormente, a la reconstrucción realizada en los años 40 aunque desmerece de su belleza original ya que según nota de un arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes llegó a ser «…el mas bello templo del Arzobispado (de Zaragoza)». El exterior, tras la restauración realizada en los años 80, nos muestra su imagen primitiva.

La torre-campanario con sus 63,5 metros de altura es una de las más altas de Aragón.

Capillas

Las casas de las antiguas cofradías dieron nombre a algunas calles y ostentaban en sus fachadas pequeñas capillas que cobijaban una imagen del santo titular. Posteriormente, la devoción de algunos fieles a determinados santos les llevó a construir hornacinas en la fachada de sus casas.

Hoy, se conservan doce capillas bajo la advocación de San Juan Bautista, Virgen del Rosario, San Antonio abad, San Miguel, San Pascual Bailón, San Roque, San José, Virgen del Carmen, Santa Flora, Piedad, Virgen del Pilar y Virgen de los Dolores.

Artísticamente corresponden al barroco y al neoclásico, pero la mayor parte de las imágenes se perdieron en 1936.

Sin duda, la capilla de mayor valor artístico es la de la Virgen del Pilar, que conserva la imagen original y se fecha a mediados del siglo XVIII.

Entre enero y abril de 1993, el Museo de Mas de las Matas procedió a la restauración de todas las capillas.

Ermita de Santa Flora

Esta ermita se edificó por un interés personal de Mn. Diego Sanz entre 1660 y 1661. Durante las Guerras Carlistas, cuando el general Espartero abandonó la localidad, la mandó destruir junto a la cercana de Santa Bárbara para que no pudiera fortificarse en ellas la facción. El pueblo, a sus expensas, la reconstruyó entre 1840 y 1852 pero volvió a ser saqueada y destruida durante la Guerra Civil. Posteriormente, entre 1975 y 1977, por suscripción popular fue devuelta nuevamente el culto. Finalmente, en el verano de 2011 se realiza una importante intervención en el tejado puesto que ofrecía peligro inminente de desplome.

El edificio actual es de nave única y bóveda de medio cañón con lunetos, con capillas entre los contrafuertes laterales. La portada es neoclásica, seguramente añadida en la segunda reconstrucción.

El retablo principal es de yeso, está fechado en 1886 y responde al estilo neoclásico. La gran pila bautismal, gótica, procede de la arruinada ermita de Santo Domingo.

Ermita de Santa Bárbara

Construida en 1777 tuvo una vida muy efímera ya que fue destruida en 1840. El edificio respondía a un patrón muy común en la época, con planta de cruz latina, cúpula sobre el crucero y atrio cubierto de acceso al interior, abierto a la calle por tres arcos.


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