Fiestas de Agosto

Las fiestas de verano, también llamadas de San Agustín porque anteriormente se celebraban el día de San Agustín, se trasladan en la década de los 70 del siglo pasado al cuarto fin de semana de agosto para favorecer la presencia de masinos emigrantes que vuelven con las vacaciones de verano.

Para dar más realce a las mismas, las festividades locales se hacen coincidir con el viernes y lunes de ese fin de semana. El chupinazo y la puesta de carros para construir la plaza de toros en la plaza de la Iglesia, la presentación de las majas, el desfile de carrozas, la suelta de vaquillas y toros embolados, los toros de fuego, las verbenas y las actividades infantiles conforman un conglomerado de actividades que se prolongan durante cerca de una semana.

Aunque las fechas no se corresponden exactamente con sus días de celebración, alrededor de los diferentes actos festivos se celebran actos religiosos que conmemoran a los patrones de la localidad: San Juan Bautista y Santa Flora. De hecho, el último día de las fiestas es tradición subir en procesión cívica hasta la ermita dedicada a esta Santa, con las majas y otras personas vestidas con el traje regional.

A lo largo de todos los años se repite el mismo patrón de actos, con pequeñas diferencias, aportaciones o supresiones de actos, dependiendo del momento. Lo habitual es que una comisión de personas voluntarias, en ocasiones de una o de dos peñas, se encarguen de la organización.

Sobre todos los actos festivos, merecen una mención especial merecen las carrozas, conocidas por el trabajo que comporta en su forma más tradicional de elaboración.